sábado, 21 de junio de 2014

Por los Picos de Europa

 Picos de Europa
Todas las montañas me roban un trozo del corazón, pero Los Picos tienen el trozo más grande.
En todas las montañas se puede soñar, pero en Picos es realmente difícil despertar.
Me pasa como con mi Atlético, que manera de sufrir...que manera de gozar...
 
Salir desde Santa Marina de Valdeón en busca de la Canal de la Chavida, es desbordar los sentimientos, amontonar las sensaciones.
Esto no es hacer camino... Esto es vivirlo...


Las rampas son duras, pero el paisaje es reconfortante, pisar estas praderas es sentirse en perfecta armonía con la naturaleza.
Que nadie lo manche...
 
Pero estamos en Picos y aquí se gana altura muy deprisa, pronto se termina la alfombra y las pedreras lo ocupan todo.
 
Por si el desnivel no era suficiente, ahora el suelo se mueve bajo nuestros pies y avanzar se hace más costoso.
 
 A medida que subimos las vistas nos alivian el sufrimiento.
 
El Collado de la Chavida ya está a nuestro alcance, es inconfundible, está marcado por unos hitos enormes, muy naturales...

El explorador hizo un gran trabajo como coche escoba para recoger a los damnificados por esta bonita, pero dura subida.
 
Y por fin, la entrada al teatro de los sueños...
 
Picos en estado puro, pensábamos subir a la Torre del Friero, pero la nieve estaba muy inestable y decidimos seguir hasta Collado Jermoso.

Así que comenzamos a descender en dirección a la senda de la Riega de Asotín.

 
Por la que remontamos en busca del Collado de La Padierna.
 
Cuando lo alcanzamos respiramos mas tranquilos, ya conocíamos el resto del camino.
 
Un descanso y foto con Peña Santa de fondo, todo un lujo...
 
Lo verde era un paréntesis, pero hay que seguir, que aun queda lo suyo...
 
Empezar a subir nos aporta nuevas perspectivas. Torre Bermeja tras las Colladinas.
 
La Torre del Friero, aquí nos muestra la nieve en la Canal Norte y la inclinación real, desde el refugio parece vertical.
 
Las Colladinas son el último rompe piernas del día, pero también el manantial de las sensaciones, caminar por los dientes de esta sierra, asomándose a veces al vacío y tocando las nubes es una experiencia inolvidable.
 
Entre Las Colladinas y Torre Bermeja, la niebla lo suaviza todo, pero el Valle de Valdeón está a 1200 metro por debajo, cada ventana que se abre es un sueño.
 
Por fin aparece el Jou del Llambrión, ya estamos en casa...
 
Hotel, dulce hotel...
Siempre fueron rincones de Picos los que forjaron al montañero en el que habito. Siempre serán los que ocupen mis sueños favoritos.

No hay mejor sitio en el mundo para tomarse una cerveza, menos mal que hay que subir andando.
Mientras sea así, Collado Jermoso es el paraíso.
 
Y para ser fieles a la tradición, de cena lentejas, y luego carne guisada y quesada, que con una pata solo no se anda y aquí hay que andar mucho.
 
Después de cenar y por debajo de la niebla el sol iluminaba la Canal de Asotín, otro regalo.
 
Intentamos ver ese atardecer maravilloso, poniéndose el sol por detrás de Peña Santa, con tantas nubes a penas distinguíamos su silueta, pero aún así fue un gran momento por la belleza y por la fraternidad montañera.
 
En la Torre de La Palanca aun daba el sol.
 
La Torre del Friero ya se estaba poniendo el pijama...
...Nosotros también nos fuimos metiendo en los sacos.
 
Por la mañana temprano el sol ya quería asomarse sobre La Palanca.
 
Los primeros rayos rozaban la punta de Torre Salinas, Torre del Hoyo de Liordes y Torre del Friero.
 
En el valle de Valdeón era casi de noche y amanecía en Torre Bermeja.
 
La zona de Peña Santa también despertaba con cara de domingo.
Mientras terminaba de llegar el día aprovechamos para desayunar.

 Enseguida empezó el nerviosismo, cada uno con sus trastos y a por nuestro objetivo.
La Torre de La Palanca.
Salimos en dirección a las Colladinas, pero pronto giramos a la izquierda.
 
Al poco de abandonar la senda de las colladinas, empieza a subir el desnivel.
 
Para alcanzar el Jou del Llambrión hay que emplearse a fondo.
 
En el, nos pusimos los crampones para continuar ascendiendo, queda bastante nieve.
 
 
A estas hora que no le ha dado el sol está lo bastante dura como para dar seguridad.
 
 Tenemos que aprovechar los pocos pasos que conservan nieve.

 
Haciendo travesía de unos a otros para poder progresar.
 
Y continuamos ganado altura muy deprisa, el desnivel es importante.
 
A lo lejos nos miraba el Espigüete, yo creo que un pelín celoso...
 
Debajo el Refugio es como una mancha negra, nosotros casi pájaros...
 
Los grandes colosos de ayer, hoy se quedan bajitos, que no pequeños.
En Picos todos son grandes
 
El último nevero, ya queda poco.

Con la vigilancia del Peña Santa nos quitamos los crampones, a la cima ya está despejado.
 
El refugio está casi debajo, dan ganas de saltar y pedir una cerveza...
 
Pero pensándolo mejor, tiramos para la cumbre.
 
Nada mas asomar la cabeza, nos saluda el Pico Uriellu.
 
Que duro es caminarte Picos
y que fácil quererte.
Si tus valles me cautivan,
tus cumbres me requiebran.
 
Sobre el Jou Grande: Los Picos de Dobresengros, el Pico de los Cabrones, Torre Cerredo, Torre Bermeja, Torre de Coello y el Tiro del Oso.
 
En el centro el Tesorero y desde la derecha: Peña Vieja, el Collado de la Canalona con su aguja, los Picos de Santa Ana, el Collado de Santa Ana, los Tiros Navarro, los Campanarios.
 
La satisfacción del Grupo, una cumbre bien chula, en un día importante.

La bajada pide toda la concentración, el terreno exige estar bien atentos.
 
Aquí no pueden fallar los frenos...
 
 El sol ya le estaba pegando y se empezaba a ablandar muy deprisa.
 
Lo mejor, que no teníamos prisa, ni nadie que nos la metiera... la prisa...
 
No había necesidad de bajar rodando, despacio se ve mucho mejor.
 
En el refugio nos esperaba el trabajo más duro del día y esto es el segundo plato, de primero judías verdes con patas, tomate y chorizo.
 
El brindis por este fin de semana maravilloso con jaras de cerveza reglamentarias y a recoger que hemos aparcado un poco lejos.
 
De camino ya, nos hacemos la foto de recuerdo con el refugio.
¡¡¡¡¡¡Volveremoooos!!!!!!
 
De nuevo la senda de Las Colladinas hasta la Vega de Liordes.
 
Desde la Vega otro sueño, esa canal verde y la arista por La Regaliz hasta Peña Remoña.
Otro rato vengo...
 
La puerta de Pedabejo estaba abierta, no había excusa para quedarse.
 
Descendemos hacia el Caben de Remoña, el camino está mejor de lo que le recordaba.
 
A nuestra izquierda según bajamos se adivina Fuente De, desde un poco mas adelante se ve Espinama bajo los Picos de Valdecoro.
 
 Una vez terminada la Canal de Pedabejo, el camino discurre por sendas bien definidas.
 
Recorremos la falda de las Torres de Salinas y del Hoyo de Liordes hasta la altura de la Canal de la Chavida, desde donde descendemos a la carretera de Santa Marina de Valdeón.
 
Un fin de semana duro, pero inolvidable...



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