sábado, 6 de junio de 2015

El Cervunal y el pico de La Cruz

Teníamos muchas ganas de volver al Mampodre, así que nos presentamos en Maraña. Nada más llegar la campana tocaba arrebato, nos pusimos las botas a la carrera, las mochilas y yo dudo si alguien puso bien el GPS.

Pero no importaba, creíamos que sabíamos lo que queríamos, así que nos cogimos el camino que remonta el reguero Mampodre y para arriba.

En poco tiempo habíamos puesto tierra de por medio, Maraña se iba quedando en el valle al abrigo de Peña La Hoguera, y la campana dejó de sonar…


…Pero seguía la prisa, ¡¡¡ a ver si no era la campana lo que sonaba !!!

No me extraña, como para no correr, que espectáculo es el Circo del Mampodre.

Las agrestes cimas nos llaman a gritos y el verde del valle nos invita a quedarnos, que profusión de sensaciones, cuanto regocijo.

Estos paisajes evocan la ternura por todas partes, son alborozo para cuerpos y almas.

La laguna del circo tenía poco agua, pero sigue siendo el centro de la vida.

Pero vamos a mirar para arriba, a la izquierda tenemos la Peña del Mediodía y en el collado la pica, es El Forqueto, no sé muy bien porque, pero desde el principio puse los ojos en él y no en el GPS.

Una vez cruzada la pedrera bajo las Peñas del Convento, la subida se pone muy pindia y hay que emplearse a fondo.

Mirar hacia atrás y ver que los Picos de Europa ya forman parte del horizonte nos anima a seguir subiendo, a ver si se ve…

Peña Ten y Peña Pileñes a la derecha y a la izquierda el Maciédome, aguantan la niebla que cubre Asturias y la impiden el paso.

Ya cerca de los 2000 m la nieve sigue resistiendo a las altas temperaturas.

No quedan neveros muy grandes, pero aún dan testimonio de la cantidad de nieve que ha habido.

Cuando llegamos al collado que tendría que haber sido el de Valverde, se había vuelto el collado de Manpodre y el valle que teníamos al otro lado era el de Murias en vez de el de Valverde.

Esto fue una oportunidad, que espectáculo de collado visto desde el lado de Puebla de Lillo.

Lo cerca que tenemos la Peña del Mediodía, si en cuatro pasos estábamos arriba.

La Polinosa por la cara que no la conocía y el collado Cervunal.

Ensimismados contemplando el valle de Murias.

A medida que vamos subiendo hacia el Cervunal, la vista del embalse del Porma y la arista del Susarón se asoman para llamar nuestra atención.

Y en cuanto alcanzamos la arista el pico La Cruz deja claro quién es el rey en el Mampodre.

Hacemos cumbre en el Cervunal, dejamos constancia fotográfica y descendemos hacia el collado de Valverde.

Desde el collado la vistas de las Peñas del Convento y el Cervunal son magníficas. Me engañaron y no bajamos por aquí, si no, hubiera subido… Volveré.

La subida a La Cruz es muy entretenida.

Y las vistas asombrosas.

Tiene este paso algo aéreo, pero se pasa sin ninguna dificultad.

La cumbre sabe a “teta de novicia” no sé si será por la cercanía de las Peñas del Convento o por que la compañía hizo mágico el momento.

Detrás de Peña Ten, un inmenso mar de nubes, lo cubre todo hasta Picos de Europa.

Peña del Mediodía y el Cervunal.

El embalse de Riaño, el Yordas, Peña Cabeza y al fondo el Espigüete.

La Polinosa, por la cara que la sueño…

Apuntando al cielo la flecha del Pico Torres, es el hito que marca el final de León y el principio de Asturias por San Isidro.

Entre luces y sombras, Maraña. Como si quisiera ser un reflejo de la realidad de la vida en tantos pueblos de montaña.

El descenso lo hacemos por la arista Noroeste.

Cuando nos encontramos a la altura del Canalizo, descendemos por la ladera en fuerte pendiente.

Para coger la entrada de este estrecho valle glaciar.

El Canalizo nos baja hasta cerca de Maraña en un desnivel muy fuerte.

Abajo hay una gran surgencia de agua, La Fuentona de Maraña.

La primavera tampoco puede aguantarse las ganas de surgir a borbotones por todas partes para regalarnos miles de sensaciones.



Nos hizo una visita este plecóptero (mosca de las piedras) que se considera como uno de los insectos voladores más primitivo. Vive en lagos y arroyos de montaña y su presencia garantiza la buena calidad del agua.

Y nosotros también hicimos una visita, no por beber, si no por cambiar impresiones…

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