miércoles, 18 de julio de 2018

Balaitous

Después del fallido intento en 2014 por culpa de una tormenta, nos ponemos de nuevo en canino por el barranco de Respomuso con la misma ilusión, pero con muchas más ganas.

Poco a poco nos vamos alejando del fondo del barranco y ganamos altura por la ladera de la Arista Le Bondidier, según subimos, la Cresta del Diablo va sacando pecho al otro lado del barranco.


El ibón de Esclousere tiene un poco más de nieve, está igual de bonito y esta vez sin tormenta…

Desde aquí los neveros ya son constantes, por detrás la vista del circo de Piedrafita y los Infiernos hace que Pirineos se magnifique.

 Como la nieve estaba en muy buenas condiciones fuimos ganado altura hasta la base de la Aguja Cadier, sobre los 2900 metros.

Aquí paramos un rato a reponer fuerzas y a contemplar las vistas.

Luego continuamos dando la vuelta a la aguja, a la que ahora ya vemos la cima.

Y nos topamos de frente con la Brecha Latour, nuestro paso clave para acceder a la cima.

Aprovechando las buenas condiciones de la nieve cruzamos el nevero sin perder altura.

Y subimos el corredor que nos lleva a la base de la Brecha Latour.

Como el nevero lleva aquí todo el invierno en algo se tiene que entretener y ha imitado al pico Soulano y a los tridentes de la Cresta del Diablo. Si yo fuera un nevero, soñaría también…

Pero hemos venido a escalar esta montaña, así que nos ponemos manos a la obra.

Abajo en el nevero de Latour se tendría que ver el ibón de la Vuelta Barada, pero hay todavía mucha nieve.

El primer tramo tiene dos bloques empotrado en la canal que dificultan un poco la subida, pero lo justo para hacernos pensar que esto no es sencillo y ponernos alerta desde el principio.

El segundo es un bloque bastante vertical, pero está equipado con clavijas.

Se supera sin ninguna dificultad, siempre que la altura no te afecte.

El tercero es bastante más sencillo de subir, sólo que la altura ya va siendo considerable.

El tramo final ya es algo más tendido y con buenos agarres. Toda la brecha se superó bien, es un grado III y no presenta más dificultad que la altura.

Cuando coronas la Brecha, aparecen delante el ibón Chelau y el ibón de Ariel Alto entre los picos de Ariel y Pallas y al fondo el Midi d`Ossau. Y Flipas.

Desde la brecha, aún nos queda por superar el nevero que nos llevará hasta la arista del Balaitous, pero ya con sabor a estamos arriba, se hace muy a gusto.

Desde la arista, a vista de pájaro, comprobamos bien la cantidad de nieve que queda.

Y en la cumbre, que la famosa pirámide que coronaba el Balaitous está destrozada, quizás una tormenta, o quizás ese tormento que puebla las alturas de estupidez.

Desde la izquierda tenemos el Gran Facha, la Punta Zarra, el Pico Gaurier, pico de Llena Cantal, Piedrafita, Tebaray, Los Infiernos, Garmo Negro, Algas y Argualas.

Entre el Pequeño y el Gran Facha el macizo del Vignemale.

El más alto hacia la izquierda es el Pic du Midi de Bigorre, sobre el Tourmalet, a la derecha el macizo de Troumouse.

En primer término los Frondella, detrás, Corona del Mallo, Telera, Retona. Somola Alta, Collarada y Punta Escarra.

El más cercano es el pico Ariel, bajo las nubes el Anayet, el Aspe, el Bisaurin y el inconfundible Midi d`Ossau.

En la cumbre y bien abrigados, que no hacía fresco, hacía frío, el día se estaba estropeando.

En la foto con la bruma no se aprecia bien, pero sobre el hito está el Petrechema, La Mesa de los Tres Reyes y el Annie.

Ya descendiendo hacia la brecha, una buena vista de la Aguja Cadier y los Frondella.

Descendiendo la arista superior de la Brecha Latour, es el tramo más corto, lo hacemos con una cuerda de treinta metros doblada.

El segundo rapel ya es más largo y usamos dos cuerdas de treinta metros.

El tercer rapel es la zona de las clavijas, que también tendrá unos veinte metros.

El cuarto en la zona de los bloques empotrados es algo más corto.

En lo que recogíamos las cuerdas empezaba la celebración del cuarto aniversario y comenzaba a tronar, descendimos el corredor de nieve a la carrera escuchando los mejores truenos de nuestra vida en este circo que actúa como amplificador. Al poco empezó a llover, luego granizo, pero nos daba igual, estábamos bajando.

Llegando ya al barranco de Respomuso paró de llover y salió el sol, paramos a comer, a poner los trastos a secar y a disfrutar que habíamos subido al Balaious.

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