Ir a Gredos es siempre una garantía, bueno dos, la primera
es el placer de caminar por esta maravilla de la naturaleza y la segunda es la
de darte un buen calentón. Es un terreno exigente, pero muy reconfortante.
Lo peor siempre es remontar Los Barrerones y sobre todo bajarlos,
sabiendo que por la tarde los tienes que volver a subir y a bajar… pero
seguimos volviendo…
Siempre alguna cabra solidaria con nosotros se acerca a
decirnos que no estamos solos, que hay más cabras que nosotros. En la Sierra de
Gredos habita la subespecie Capra pyrenaica victoriae.