Hoy tocaban las campanas a día de fiesta mayor, eran las
siete de la mañana y en Vidrieros había un buen grupo de montañeros, pero sobre
todo, un buen grupo de amigos con los que hacer esta ruta tan fantástica que
habían preparado. Decir La Escalerilla ya es decir mucho en la Montaña
Palentina.
Cuando los primeros rayos de sol comenzaban a templar la
arista del Curavacas, nosotros ya subíamos remontando el arroyo de Cabriles.