Salimos desde Celada de Roblecedo, situado en el valle de
Castillerías, en pleno corazón de la Montaña Palentina. El otoño ya presenta
sus credenciales.
Pero el verano se resiste a entregar sus armas y conviven en
una extraña armonía.
Hacía tiempo que quería conocer la zona de Lores y el otoño
es la mejor sin ninguna duda. Salí del pueblo por el valle del arroyo de
Rilores, acababa de dejar de llover, olía a un día perfecto.
Para la sequía que hay no ha llovido mucho, pero la
naturaleza ya ha cambiado. Los verdes apagados de la semana pasada se han
convertido en una gama cromática interminable y brillan los frutos del otoño.
Partimos
desde Puebla de Lillo, en leonés Pola de Lillo. De nuevo por las tierras leoneas del Porma para seguir disfrutando de sus paisajes, enclavados
en el Parque Regional de los Picos de Europa.
El esplendor del otoño aún no ha llegado, pero la fuerte
sequía colorea el paisaje con pinceladas otoñales que enaltecen los sentidos.
Desde que la abrieron este verano la estamos dando vueltas,
pero en vacaciones es difícil quedar un grupo. Nada más empezar el curso ya no
había escusa, sólo muchas ganas de hacerla y unos pocos decididos.
Aparcamos los coches en Cordiñanes, para tenerlos cerca al
terminar la actividad y bajamos dando un paseo hasta en comienza de la ferrata.
Según descendemos vamos disfrutando de la vista del que será
nuestro recorrido por este precioso paraje del valle de Valdeón.