En el Parqque Natural de Ponga, a un kilómetro de Puente
Vidosa encontramos la entrada de la senda, según pasas con el coche parece
inaccesible.
Pero tras una primera subida casi vertical, la cosa se va
poniendo un poco mejor, el desnivel sigue siendo mucho, pero más llevadero.
Que en muy poco tiempo se queda en las profundidades
arrullado por el ría Sella.
Tras superar los primeros 360 m. de desnivel alcanzamos
Biamón, el pueblo del cartero. Una vez me dijo un paisano que lo más llano del pueblo era el suelo de
su cocina.
Dejamos el pueblo y continuamos ascendiendo por el “Camín de
la Tobera” casi perdido entre la vegetación y muchas veces por el bosque a
través.
Para alcanzar el collado Nochendi a 620 m. de desnivel del
punto de partida.
Con unas vistas excepcionales paramos a comer el bocata y
descansar un ratico.
Continuamos por el mismo camino y al salir del collado en un abrevadero, descubrimos estas marcas que hacían antaño los pastores
Luego abandonamos el camino y nos metimos por el bosque,
este bosque no es muy grande, pero es realmente impresionante.
Ir con cuidado, está poblado por duendes asturianos y estos dice
la tradición que son éticamente neutros y pueden ser dañinos y perversos, así
como bondadosos y amables…
Al salir del bosque remontamos hasta un collado.
Para toparnos con la cueva por la que tendremos que
descender. Abajo en valle se ve el pueeblo de Viego.
El descenso no es muy peligroso, pero tiene una caída importante.
Hay que extremar las precauciones, sobre todo si está
mojado.
Luego nos toca remontar otra ladera herbosa hasta otro
collado.
Desde el que divisamos la Collada el Baxeñu con el Tiatordos de telón de fondo.
Bordeamos la pared Oeste de Peña Salón para enlazar con el
camino que desde Beleño y Bivoli pasa a Casielles por este camino abierto en el collado Boca Campiella en un
trabajo fascinante de los carreteros.
Desde el collado hacer cumbre es un grato paseo.
Es una cumbre muy humilde por sus 1245 m. pero la zona la
hace ser merecedora del título de maravilloso mirador que quizás no tengan
otras más altivas.
Desde la cima imaginamos una ruta para subir el Tiatordos
por esta vertiente.
Y posamos, esta vez sí, los dieciséis juntos.
Descendimos de nuevo por el magnífico camino, mientras hacia
las fotos, no puede menos que imaginarme a los carros subiendo por aquí…
Bajando a Viboli contemplamos este ventanón en los Picos de
la Cerra.
Y a la entrada del pueblo este castaño que hacen falta
cuatro para abarcarle.
En Viboli conviven los dos tipos de hórreos, el de cuatro
aguas típico asturianos y el de dos típico leonés. Aquí al de dos aguas se le
conoce como el hórreo beyuco.
Comimos contemplando esta preciosidad de pueblo.
Luego abandonamos los prados para buscar el camino de La Peña que cruza el bosque.
Para no muy lejos
dejarlo y subir en busca del sedo de Vibolines.
En estos sedo casi imposibles se puede apreciar muy bien el
trabajo de los pastores para hacer transitable lo inaccesible.
Hoy tienen instaladas cadenas para asegurarse, las veces
anteriores que lo hice no tenían.
Luego una travesía nos lleva de nuevo a otro paso que parece
imposible.
Y de nuevo es el trabajo de los pastores el que nos permite
subir.
Otra rampa bien pindia y equipada con cadenas.
Nos lleva a una cueva.
A través de la cual cogemos otro
vericueto por el que seguimos subiendo.
Por una pared a bastante altura y con poco terreno para
pisar salimos al otro lado de las peñas.
En el fondo del valle se queda Viboli, con su paraíso, con
su tranquilidad.
Nosotros nos metemos de nuevo en el bosque para cruzar otro
valle en el que no hay que perder altura, y tampoco el camino, que a veces es
incierto.
Enseguida llegamos a Casielles, este pueblo está habitado
todo el año, la prueba es que están preparados para el invierno, si supieran
cuando es San Martín…
Por el camino de Biamón abandonamos Casielles y al poco
bajamos hacia Caviella, este ya totalmente abandonado y en ruinas que queda
sobre estas peñas y oculto por el bosque.
Cruzamos la riega Coviella por un camino totalmente
asilvestrado por la falta de uso y mantenimiento y comenzamos el descenso.
Que después de otra buena bajada nos devuelve al desfiladero
de Los Beyos en las proximidades del Puente Verganza y dos kilómetros por
encima del comienzo.
Estupendo reportaje como siempre....esta vez si cabe mas amplio e interesante
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