Era muy temprano cuando aparcábamos el coche en el alto de
Belagua, en La Piedra de San Martín. No queríamos perdernos nada, un buen día de montaña empieza al
amanecer para ir amaneciendo juntos.
El sol naciente nos mostraba el Anie velado, pero nosotros
veníamos dispuestos a desvelarle, ya lo habíamos soñado y ahora tocaba disfrutarlo.
La ruta empieza por unas praderas a mucha altitud en las que
se nota como el frío lo ha modelado todo.
A nuestra espalda los valles franceses seguían ensimismados
en sus ensoñaciones.
En lo que el sol se iba levantando, nosotros remontamos las
praderas hasta la falda del pico Arlas.
Cuando alcanzamos el col D`Arlas nos dimos de frente con él.
Por detrás en el pico Arlas ya se había hecho de día.
En el Col de Pescamou empieza la gran llanura kárstica que
tenemos que atravesar de camino a nuestro objetivo.
Todo el recorrido es un sube y baja constante.
Cuando sales de una grieta te metes en una dolina.
Pero siempre rodeado de montañas preciosas, aquí de fondo el
Soumcoy.
Para atravesar este kars lo mejor es venir entrenado de
Picos de Europa, me recuerda mucho a los Urrieles.
Según nos acercamos a las paredes del Anie, van apareciendo detrás
los Grand Billare.
Subiendo un poco más aparece el Petit Billare.
Poco a poco vamos remontando pedreras y farallones calizos.
Nos acercamos a la arista Este para tener buena perspectiva,
sobre los Billare y sobre un horizonte de cumbres que no soy capaz de
identificar.
En la vertiente francesa el Countende en el centro y detrás
el Pas D`Azuns y Les Tourelles.
En el fondo del valle el Pic de La Breque escoltado el
pueblo de Lescun.
Y tirando de zoom aparece el Midi D`Ossue, es imposible que pase
desapercibido.
Nosotros aquí abandonamos la ruta, para hacer cumbre por una
canal fácil y directa.
Y dejarnos llevar por la seducción de cumbres y valles que
nos rodean y el placer de haber alcanzado otro sueño, el “Anie con Ana”.
Para el descenso escogimos el camino francés, el que sube
desde Lescun, por el Col Des Anies, entre el Anie y el Soumcoy.
Desde el collado nos metemos de nuevo en el kars.
Que tras otra buena fatiga nos devuelve a las praderas por
las que empezamos la ruta.
En lo que nos encaminamos hacia el pico Arlas es difícil no
mirar atrás.
Como nos sobraba tiempo, no queríamos irnos sin despedirnos de
él.
No es un pico muy alto, pero tiene esa silueta irresistible
que te atrae.
Fue un gran acierto subirlo, es el observatorio ideal para
admirar este paisaje que hemos recorrido.
Y otra cumbre más…
Para conocernos mejor le bajamos por la arista Noroeste,
antes de dirigirnos a La Piedra de San Martín, miramos al Anie y le giñamos el
ojo…
Una salida magnifica,precioso dia de montaña.El marco es impresionante.
ResponderEliminarOtra pte para la saca.jaja
Yo te paso el trak e incluso si cuadra, te acompaño...
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