El Susarón tiene una vía normal, pero es una montaña tan elegante,
que se merece ser subida por su arista Este, para disfrutar en plenitud de su
espinazo calizo, aunque esto implique comenzar la subida a matacaballo.
El día empieza complicado, la tarde y la noche anteriores ha llovido
mucho y los primeros pasos en la zona sombría son muy delicados, pero ya quiere
mejorar y el juego de luces nos anima.
Abajo en el valle vamos dejando esta hilera de chopos que se
esfuerzan en mirar a lo más alto, como montañeros arbóreos anclados al
paisaje.