Después de Peña Castil, dormimos en Sotres, y bien temprano
ya estaba paseando por sus calles recuperando los recuerdos de mis primeros
viajes por Picos de Europa, ha cambiado mucho, pero conserva muchos rincones
intactos que huelen al pueblo que me cautivó en mis primeras aventuras
montañeras.
El domingo amanece un día espectacular, tenemos programado
ir al Desfiladero de los Beyos para hacer una ferrata, pero de lo que daban
ganas es de quedarse por aquí.