La idea era subir desde El Bernacho por el Tubo, pero el
camino estaba cortado por la nieve, así que cambiamos de planes y decidimos
subir desde Lunada por la arista de la Cima Blanca. Lunada también está
cortado, pero sólo a un kilómetro del alto, así que para arriba.
Las primeras rampas del Pico La Brena son suaves y con la
nieve en muy buenas condiciones se progresa muy bien, el día esta de lujo, el
sol a pesar de ser temprano ya calienta.
Tenemos que perder un poco de altura para empezar a remontar la arista
del Canto de las Corvas.
Mientras remontamos la arista comprobamos que hoy las nubes
están en Burgos y a cada paso vamos viendo más Cantabria, soñamos con ver
incluso el mar.
Desde la cima sesión fotográfica, como siempre.
Desde la derecha, El Peñón de los Lastreros, La Mota de
Cucolobrero, La Cima Blanca y detrás el Castro Valnera.
Desde El Canto de las Corvas vamos al Collado del Embudo,
desde el que contemplamos esta vista aérea del Bernacho con el mar de nubes en
el valle del Ebro.
Descendemos el Embudo y luego hacemos una travesía a la
derecha hasta la arista del Pico de la Miel. Mientras la descendemos vamos
cambiando de planes.
Descendemos hasta Torcaverosa y en vez de comenzar a subir
la arista de la Cima Blanca, nos desviamos a la izquierda para retomar el plan
inicial y subir por el Tubo.
La nieve está en unas condiciones excepcionales y al tubo
aun no le da el sol, no se puede desaprovechar esta ocasión que nos brinda un
día de Nochebuena.
Casi al final del Tubo, cogemos este corredor a la izquierda
que nos parece más interesante.
Para nosotros fue una gozada de corredor, corto pero con una
nieve genial.
El pobre Zeru no sé si nos lo perdonará, casi se deja las
uñas, y al final le tuvimos que ayudar un poco. Si seguimos así le tendremos
que comprar un arnés.
Superado lo más pindio es tiempo de relajarse.
Al otro lado La Llana de las Torcas, que es la subida por el
Collado de la Canal, está preciosa.
Abajo La Cubada Grande y La Cubada Pequeña.
Continuamos subiendo por la falda de la Cima Blanca.
Hasta el collado que la separa del Castro Valnera.
Y por fin nos asomamos a Cantabria.
Hacer cumbre ya es un paseo, y un lujo, en un día tan bueno. El zeru posa porque se lo ha ganado a pulso, todo un montañero.
Desde la cumbre podemos ver Peña Cabarga con sus antenas y
detrás la bahía de Santander.
De vuelta subimos a La Cima Blanca y sacamos esta foto aérea
del Tubo.
El descenso lo hacemos por la arista de La Cima Blanca hasta
Torcaverosa.
Luego de nuevo nos toca remontar hacia el Pico de la Miel,
que será nuestro próximo objetivo.
Desde la arista del Pico de la Miel una mira atrás, no lo
podemos evitar.
Alcanzando la arista que nos llevara a la cima.
Otra arista que está preciosa, con la nieve un poco blanda
ya, pero muy segura.
Desde la cumbre ya vemos el Canto de las Corvas, al que se
llega con facilidad, desde ahí todo es descenso hasta el puerto de Lunada.
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