Cueto Ancino es una montaña humilde por su altura, pero de esas que siempre que la ves, las mariposas
empiezan a revolotear y te entran muchas ganas de subirla. Es una cima que por
ninguna cara se alcanza paseando.
Salimos desde Las Majadas del Caserío por una buena pista
que va bordeando la cara Norte remontando el arroyo del Fito hasta unas
praderas que hay justo debajo del bosque.