sábado, 25 de mayo de 2019

Cueto Ancino

Cueto Ancino es una montaña humilde por su altura, pero  de esas que siempre que la ves, las mariposas empiezan a revolotear y te entran muchas ganas de subirla. Es una cima que por ninguna cara se alcanza paseando.

Salimos desde Las Majadas del Caserío por una buena pista que va bordeando la cara Norte remontando el arroyo del Fito hasta unas praderas que hay justo debajo del bosque.


Desde las praderas ya divisamos el pueblo de Valdeteja bajo la Peña Sañonal, en el centro Las Peñas del Pueblo y detrás El Bodón y Cueto Cabañas.

Como esta ruta es corta decidimos meternos en el bosque en dirección a la Collada del Fito para alargar el placer de caminar por estos bosques tan bien conservados. Robles en las partes bajas que según subes se van cambiando por hayas y entre medias avellanos, acebos, tejos…

Desde la Collada del Fito contemplo mi bandera favorita, la más internacional porque no conoce fronteras, azul, gris, y verde.  Hoy quizás porque era jornada de reflexión, una banda morada representa la libertad de Castilla.

Desde aquí ya todo el recorrido discurre por una arista en principio muy cómoda.

A nuestras espaldas Peña Forcada y la Collada de Arintero,  el que aparece detrás será el Susarón.

Este primer cordal le abandonamos para descender a este collado que nos acerca a la peña de La Carbajosa, es como el paraíso, paramos a comer el bocata y casi nos quedamos a vivir.

Aquí vive  Papilio machaon que no pudo resistirse a revolotear a nuestro alrededor ni nosotros al suyo.

Cuando alcanzamos el alto de la peña disfrutamos de esta preciosa vista de peña Valdorria y detrás peña Galicia.

Desde aquí el recorrido ya no es tan cómodo, empieza a ser ese recorrido montañero que tanto nos gusta.

No hemos terminado de bajar y ya estamos mirando a ver por donde volvemos a subir.

El alto de La Campayagua es una subida corta, pero bastante exigente.

Técnicamente no es difícil, pero hay que prestar mucha atención, no es buen sitio para una caída.

Desde el alto comprobamos bien por la diferencia de color las zonas del bosque pobladas de hayas y de robles y ese pirulí, al que no subimos, pero habrá que subir.

Destrepamos por la otra vertiente y nos encontramos de frente con el Cueto Ancino que es al que veníamos a ver.

De nuevo hay que echar las manos para progresar.

Una mirada para atrás a lo que ya hemos subido y bajado con la Montaña Palentina en el horizonte y a la izquierda del pico el cordal de Las Pintas, el Yerenes, el pico Castaño y el Yordas.

Después de la primera trepada hacemos una travesía en busca de la subida.

Para encontrar otra canal por la que seguir trepando.

Superada la primera canal continuamos subiendo por un terreno más cómodo.

Para encontrar esta otra canal que marca un árbol en la parte alta que nos lleva hasta la cumbre.

Así es el corredor visto desde arriba.

Por fin estamos en la cumbre que tantas veces hemos mirado con deseo al pasar por la hoces de Valdetejera.

Comenzando el descenso la vista de Las Majadas del Caserío es espectacular, podíamos bajar de un salto, pero vamos poco a poco.

El camino de bajada es más pindio y por ello hay que prestar mucha más atención.

Por un par de canales descendemos la mole caliza del Cueto Ancino.

La segunda nos deja en esta pedrera y un terreno algo inestable por el que tenemos que descender hasta el bosque.

Ya en el bosque volvemos a disfrutar de estas joyas naturales, algunos ejemplares de tejo son espectaculares.


Ya fuera del bosque le vuelvo a mirar, todavía con deseo, sólo veo canales para subirlo en invierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario