sábado, 17 de septiembre de 2016

La Galana

Ir a Gredos es siempre una garantía, bueno dos, la primera es el placer de caminar por esta maravilla de la naturaleza y la segunda es la de darte un buen calentón. Es un terreno exigente, pero muy reconfortante.

Lo peor siempre es remontar Los Barrerones y sobre todo bajarlos, sabiendo que por la tarde los tienes que volver a subir y a bajar… pero seguimos volviendo…

Siempre alguna cabra solidaria con nosotros se acerca a decirnos que no estamos solos, que hay más cabras que nosotros. En la Sierra de Gredos habita la subespecie Capra pyrenaica victoriae.



Una vez alcanzado el alto de Los Barrerones tenemos La Galana como el punto de mira frente a nuestra senda, parece más alta que el Almanzor, pero es porque saca pecho al estar más cerca.

Junto al refugio Elola nos comimos el bocata para reponer energía y sin pensarlo nos encomendamos al Geógrafo para remontar por su canal.

Como podéis comprobar la tiene bien empedrada, aunque no puso mucho interés en colocarla un poco, aun así se sube bien.

Algún tramo un poco más pindio te obliga a echar las manos, pero sin dificultades técnicas.

Alcanzando los 2300 m. la laguna Grande se va quedando apenas en un charco en el fondo del circo.

Y la vista de los Tres Hermanitos, el Perro que Fuma y El Casquerazo son ya espectaculares.

Bordeando los muros del Ameal de Pablo para alcanzar las Lagunillas del Venteadero.

Y por fin La Galana se hace presente, desde Los Barrerones no se la vuelve a ver, se esconde para salir ahora de repente a presumir.

Un descansito para disfrutar en las Lagunillas y otra vez para arriba, a remontar el Venteadero.

Debajo las Lagunillas del Venteadero, en el centro el Ameal de Pablo, seguido el Risco Moreno y el Cerros de los Huertos. Ya es motivo suficiente para haber llegado aquí.

Pero hoy queremos más, subiendo hacia la Muesca de La Galana con el Venteadero de fondo.

Todavía nos quedaba lo peor, pero ya empezábamos a estar muy contentos, porque nos quedaba lo mejor y lo teníamos muy cerca.

Destrepando hacia La Muesca. Parece peor de lo que es, hay muy buenos agarres.

Y subiendo hacia la cumbre. El último paso es algo aéreo, pero hay agarres y se pasa bien, si se está tranquilo en las alturas.

Desde la cumbre la Laguna del Gutre y la Laguna Cimera, la mayor de las Cinco Lagunas.

El Risco del Gutre y el Risco de las Natillas.

Último esfuerzo para coronar la cabeza de La Galana.

Curiosa piedra señalando la cima.

El gustazo de posar con la dama de Gredos, ya había ganas y con esta compañía…

Y con el que sacó la foto, aquí falta espacio, pero es una cumbre maravillosa.

Destrepando con mucho cuidado, pero con la cara de gusto.

Llegando a La Muesca.

Y a resquilar para el otro lado…

Desde el Venteadero volvemos a bajar a las Lagunillas.

Para comer junto al Ameal de Pablo, en este, mi paraíso preferido de Gredos.

Con unas vistas increíbles, nunca me canso de contemplarlas.

Para el descenso cogemos la canal de la derecha.

Esta canal rodea un poco más, pero es mucho más bonita.

Tiene varios pasos muy encajonados que la dan un aspecto mágico.

Por encima de la Laguna Esmeralda se junta con la senda de la Portilla Bermeja y por esta bajamos a la Laguna Grande.

Bordeando la laguna nos visitó el helicóptero de rescate de Castilla y León, últimamente le veo demasiado.

Cuando llegamos a la Plataforma el día se estaba terminando, las luces suaves del atardecer difuminaban el dolor de piernas y encendían los recuerdos de un gran día de montaña.

3 comentarios:

  1. Como os lo pasáis, Goyo. A la Galana le tengo ganas yo... Un abrazo

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  2. Estupendo reportaje, no tiene desperdicio y encantado de haber llegado a la cumbre en compañía del grupo ahora nos espera el Almanzor

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