Nos encontramos en la comarca leonesa de Luna, en la pequeña
localidad de Roblecedo de Caldas que abandonamos por un camino bastante
embarrado por las constantes lluvias y nevadas de toda la semana.
Los buitres también deciden que es buena hora para
desperezar las alas, aprovechando que las corrientes de aire empiezan a
remontar los valles.
Cuando nos libramos del barro decidimos parar para hacer esa
foto del grupo por si perdemos a alguien por el camino…
Por la majada de Las Agujas disfrutamos caminando por las mullidas
praderas que deja la nieve que viene y va constantemente esta primavera.
Después de comer el bocata ya no hubo más praderas
bucólicas, desde aquí todo fue nieve y en cantidades inimaginables a estas
alturas del año.
Nos encaminamos hacia este colladito en la arista de Peña La
Silla en la esperanza de cruzar por el al valle contiguo, a sabiendas de que
nuestro camino iba más abajo.
Como había un cortado demasiado vertical, decidimos continuar
subiendo por la arista.
Algún tramo se puso un pelin complicado por las pésimas
condiciones de la nieve, sobre canchales de roca a veces demasiado lisos.
La niebla nos hizo desistir de cruzar, lo
complicado del terreno con tanta nieve blanda y la falta de visibilidad se
aliaron para que hiciésemos cumbre en Peña La Silla.
Cuando alcanzamos la arista aún no éramos conscientes de la
oportunidad que nos estaba brindando el haber perdido más abajo el camino
marcado.
El espectáculo era impresionante en todos los sentidos, era realmente
precioso y profundamente estremecedor evolucionar por una arista con tanto
patio y tanta cantidad de nieve blanda.
El Cibarnal estaba allí, enfrente de nosotros y separado por
una arista con mucha nieve. La niebla se portó y nos permitió verle.
El descenso lo hicimos con mucha prudencia, tanteando un
terreno en el que había bastantes agujeros de fusión dispuestos a tragarnos,
sobre el que fuimos marcando una huella para el resto del grupo.
Mirar para atrás y contemplar toda la arista recorrida fue
un verdadero placer, un error nos había regalado una magnífica travesía. No
siempre se pierde…
Poco a poco fuimos alcanzando la cima del Cirbarnal, daba la
impresión de que no había prisa, como si no quisiéramos que se terminara esta
maravillosa travesía.
En la cumbre hacía frio, pero las caras son de placer. Nunca
imaginamos hacer una invernal como esta en el mes de abril y en la comarca de
Luna. Hoy parecen Los Alpes Leoneses.
El descenso lo hicimos por la ladera norte de Peña La Silla,
por la que hubiera sido la ruta de subida.
Al igual que la subida el descenso fue impresionante, estos
montes de león siempre te llenan de buenas sensaciones, de buenos recuerdos que
te crean dependencia.
Poco a poco afloja el desnivel, la cantidad de nieve que hay
y las temperaturas del valle nos cobraron el peaje de la ruta, sufrimos un
poco, pero lo pagamos bien a gusto.
Cuando llegamos al refugio de la majada de Las Agujas se nos
pasó el dolor de piernas y volvió de repente el recuerdo de la arista, el
trabajo en equipo, el placer compartido.
La primavera es totalmente atípica, pero la naturaleza tiene
sus ciclos y parece que no puede esperar, en los claros empiezan a aparecer los
narcisos y con ellos los insectos, como este coleóptero de la familia meloidae,
comúnmente carralejas o aceiteras.
O este otro de la
familia de los chrysomelidae.
Desde la majada descendimos por una buena pista hacia
Roblecedo.
Antes de llegar a los barrizales nos metimos campo a través
en dirección a la fuentona.
Para comprobar que lo que podría ser una surgencia preciosa,
es un amasijo de hormigón y telares por una captación de aguas muy mal llevada
a cabo.
Para quitar el mal sabor nos redimimos en el manantial de
Las Caldas de Luna.
“Aquellas horas, Dios mío, tejidas todas ellas con el más
puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la
bandera tricolor en el ayuntamiento. Con las primeras hojas de los chopos y las
últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra república de la
mano” Antonio Machado
¡Guapas fotos, Goyo!
ResponderEliminarBuen reportaje Goyo.Encantado de haber estado allí y disfrutado de uno de los mejores días de montaña
ResponderEliminar