El Pico Jario no está dentro de los tres macizos de Picos de
Europa, pero forma parte del Parque Nacional y es uno de los miradores privilegiados
para contemplar estas moles calizas que tanto nos fascinan. La ruta comienza en
el puerto de Panderrueda y a unos quinientos metros se alza el mirador de
Piedrashitas donde posamos con Los Moledizos y Torre Bermeja de fondo.
Desde el mirador perdiendo algo de altura cruzamos las
laderas del Pico Camborisco por una zona de bosque de robles sobre el valle de
Valdeón.
Luego lo tenemos que recuperar para alcanzar el collado de
la majada de Piedrashitas.
Con bastante nieve continuamos ganando altura hacia el Collado
Viejo que en las últimas rampas nos recuerda que llevamos los crampones en la
mochila.
En el collado hacemos una primera parada para reagruparnos y
contemplar juntos nuestro objetivo que aun se muestra lejano.
Con el aliento recuperado nos damos otro calentón para
alcanzar la arista entre Cerra Centenal y el Pico Guadañas.
Por la izquierda bordeamos el Pico Guadañas, Cuetos Negros y
Cerra Dobres, que a pesar de ser orientación Oeste nos obligaron a poner crampones,
la nieve estaba montañera a tope. En poco más de un kilómetro alcanzamos la
Collada de Dobres.
Después de almorzar afrontamos la travesía de la cara norte
de Peña Blanca con una nieve magnífica, si no se quiere atravesar la pala, se
puede perder altura por debajo del resalte rocoso y volver a remontar.
Para llegar a la Colladina Blanca, un lugar siempre bonito,
que con un día tan excepcional dan ganas de quedarse.
Continuamos ganando altura bordeando la Pica Samaya por su
cara Sur para alcanzar Las Colladinas de Samaya.
Se ha quitado mucha nieve, pero a pesar de ser orientación
Sur, la cornisa tiene un nevero impresionante.
Es la tercera vez que subo al Jario y en la cara Norte de
los Picos de Valdelafuente siempre me paro a filosofar con este haya. A pesar
de lo duro que le trata la naturaleza, su fuerza siempre es un testimonio de
perseverancia en los sueños, permanece fiel en su objetivo y me sigue regalando
su belleza. Hoy pensé en Tí, en tu día y me emocioné. Grandes las dos.
Esta travesía muy azotada por el viento tiene poca nieve y
se hace un poco más complicada de andar hasta el Collado Arroyos, luego otra
pala de nieve nos deja debajo de la cumbre.
Ya sólo nos queda alcanzarla, que sin ser técnicamente
difícil, nos exige estar muy atentos para no cometer ningún error.
Ahora ya nos podemos relajar, trece, mi número favorito, en
la cumbre.
A la izquierda la Canal del Burro, Los Moledizos, Torre
bermeja y el Collado Verde. En el centro la Torre de la Palanca y el Llambrión
sobre Collado Jermoso y la Riega de Asotín. A la derecha la Torre del Friero, la
Torre del Hoyo de Liordes y Torre Salinas.
Tirando de zoom, casi subimos a La Palanca y al Llambrión,
debajo de la Torre de Peñalba casi vemos Collado Jermoso, los que lo conocemos
vemos el Argayo Congosto y la ruta de Las Colladinas y tantos sueños…
Más a la Izquierda las Torres de las Tres Marías, La Torre
del Torco y Peña Santa.
La punta Sur del Jario con su arista.
El buzón con Peña Beza al fondo y sobre su arista asomando
el Cantu Cabronero. Sólo destaco lo cercano, porque se veía muy lejos, hasta la mar...
El descenso lo acometemos con la prudencia que el terreno
nos exige.
Bajado lo mas pindio a disfrutar del regalo de día.
La Pica Samaya.
De vuelta a la Collada de Dobres.
Los abedules, blanco sobre blanco, con fondo azul. Obra del
Parque Natural de Los Picos de Europa.
La jornada que se acaba, cansancio y placer agotando los
últimos besos.
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