Cuchillejos

Muy tempranito, buscando la soledad, abandonamos Castrillo de Duero por el camino de La Covachuela.

Vamos por anchos caminos y el horizonte se presenta poco montañero, aún así, el paisaje de Castilla aun verdea y nos acoge con ternura.

Cuando vine a estas tierras de Castilla desde mis montes pasiegos, mi mirada, acostumbrada a volar sobre las verdes laderas de las montañas, se perdía en el inmenso horizonte y se dispersaba.

Con el paso de los años he aprendido a mirar y a querer a esta Castilla que todas las primaveras nos regala paisajes únicos y maravillosos.

Vamos ganando altura, pero al contrario que otros días, hoy nos parece poca. Ser montañero en Valladolid no es tan malo cuando puedes viajar…

Por unos momentos nos llegamos a imaginar que entraríamos en un bosque. Yo nunca me había imaginado subiendo al Cuchillejos.

Un poco más arriba, un álamo solitario escolta la fuente de La Covachuela.

Y alcanzamos la arista del pico Cuchillejos. Bueno, no es tan agreste como la Este del Espigüete, pero esta plantada de cepas que son el germen del futuro  vino de la rivera que también da subidón.

Es verdad que la aproximación a la cima no es una cresta  de caliza espectacular, pero la naturaleza nos compensa con un paseo cromático entre Valladolid y Segovia.

El techo de la provincia de Valladolid. Recuerdo cuando subimos al Mont-Blanc, que el último tramo subes por una arista con caídas espectaculares hacia Francia e Italia y llegas a la cumbre y es muy amplia, bueno, pues esta es mucho más.

Los páramos de Castilla están perfectamente diseñados para andar en bicicleta, están a nivel. Quién diría que vamos camino de la segunda cumbre del día, el alto de Robledaña.

Eso sí, disfrutamos de la cerveza en verde.

Y del buen pan de castilla mecido por el viento entre amapolas.

De una despensa repleta de guisantes.

De las suaves laderas de estas grandes montañas mientras rodeamos el alto de Mirabuenos.

Que nos devuelven de nuevo a Castrillo de Duero.

En el que las muchas bodegas dan fe de que es tierra de vino, y yo, de que el vino es muy bueno.