Bien tempranito quedé con Dani en el aparcamiento alto de La
Barranca, dejamos allí la furgo para la vuelta y nos fuimos a La Pedriza,
dejamos el coche en el collado de Quebrantaherraduras y arrancamos la ruta
dando la espalda a la Peña del Yelmo.
Hacía mucho aire y mucho frío, pero el primer tramo discurre
por un bosque que nos protegió bastante y se hizo llevadero.
La Pedriza se iba quedando atrás y abajo Manzanares el Real y
su embalse.
Entre los pinos se asomó La Maliciosa y Dani se empezó a
animar por que el Tubo de Todos y el Corredor Este tenían nieve.
Yo me hice el sordo y continuamos caminando hasta alcanzar
la arista de la sierra de Los Porrones.
Desde la arista y entre las nubes negras se apreciaba
Madrid, bueno, las cuatro torres y las torres Kio, el resto está abajo inmerso
entre…
La arista de Los Porrones y de fondo La Pedriza y el embalse
de Manzanares el Real.
Esta es la zona denominada La Maliciosa Baja, desde aquí se
puede tomar la arista y subir directos a la cumbre por una senda cómoda.
Pero venir sólo con Dani es arriesgarse a hacer algunos
garabatos, así que fuimos a buscar una subida más entretenida, además teníamos
escusa, en la arista hacía mucho viento.
Buscando el corredor nos encontramos con estos bloques
empotrados, desafiando a la gravedad y la costumbre.
Qué bien se ven los corredores desde lejos…
El vigilante de Mataelpino y El Boalo.
Según se apreciaba desde lejos, este corredor amplio nos llevará
al Corredor Este.
Esto es lo que pasa cuando hiela con tanto viento, el agua
se congela incluso subiendo.
El Zeru como buen montañero no pierde la oportunidad de
asomarse a cualquier ventana que se abre hacia el valle.
Alcanzamos el corredor por encima de los cien metros, así
que sólo nos quedan otros doscientos de subir.
Un poco más arriba intentamos cruzar al Tubo de Todos, pero
la falta de nieve lo convertía en un panorama que excedía los garabatos
previstos.
Así que volvimos al Corredor Este que era la mejor opción
que nos quedaba sin perder altura.
Por encima de los dos mil metros la nieve fue nuestra compañera.
En algún tramo nos tuvimos que ayudar de las piedras para
progresar.
La verdad es que fue un acierto hacer el corredor, es
precioso subir encajonado y con La Pedriza de fondo.
El Zeru esprintando
para superar el último resalte.
Desde la arista el alto de Guarramillas.
El Cerro de Valdemartín y Las Cabezas de Hierro.
Y la cumbre de La Maliciosa.
En la cumbre la familia, tres generaciones, el abuelo, el
hijo y el nieto.
La diferencia de subir la marca cada uno, La
Maliciosa desde el Collado del Piornal en la ruta normal desde La Barranca.
El descenso lo hicimos por ahí, la senda hasta la fuente de
La Campanilla y luego la pista que nos llevó a La Barranca. Cinco horas y
media, 14,5 kilómetros y 1275 m. de desnivel positivo.
Exceptuando invernales de verdad, es la ruta más aconsejable
para disfrutar de La Maliciosa.
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