El puerto de Ventana parece un manantial de nubes desde el que con suavidad se deslizan hacia
Asturias para con sus labios repletos de gotas de rocío, besarla entera y remozar el verde de este paisaje siempre tan bucólico, tan maravilloso.
Despertar
con Asturias bajo las nubes aumenta la sensación de soledad, como si las
montañas fueran sólo para nosotros, que diferente de los días que tienes que
viajar para venir, hoy parecen más nuestras, hoy desayunamos con ellas en la
intimidad…
Con esta
paz recogimos el campamento y preparamos la mochila.
Por los
caminos de la mina a cielo abierto nos ponemos en marcha con la mirada en el
Peñón de Ventana, nuestra primera referencia para enfilar la arista.
Enseguida
alcanzamos el collado junto al Peñón en el que nos reciben los mastines, por el
pasamos a tierras leonesas y giramos a nuestra izquierda en dirección ya de la
cima de Rebollosas.
Poco
antes de la cima nos encontramos estas construcciones de la guerra civil que controlaban el valle.
Sin
demasiado esfuerzo alcanzamos la cumbre de Rebollosas 1929 m, que no tiene nada especial, amplia y
redondeada. La foto está hecha desde el Pico Melluque para que se vea como es. En la ladera se ve la ruta que utilizamos en el descenso.
Sin parar
descendemos al collado de Socellares contemplando a nuestra izquierda la vega
del mismo nombre.
Y
enfilamos la arista del Pico de la Cueva de Melluque, este ya con más pinta
montañera. Se aprecian los senderos que por el valle van al collado de Melluque, será nuestro regreso.
Desde
la cumbre las vistas son espectaculares del Pico Colines, el Prau del Fontán, los Fontanes y al fondo La Ubiña. Bajo la niebla, Babia parece ausente…
Un
pequeño buzón marca el punto más elevado, 2049 m.
Perdemos
un poco de altura y enseguida empezamos de nuevo a subir en dirección al Huerto
del Diablo Norte, en la antecima vemos a las compañeras más fieles, si ya lo
dice el refrán…
A nuestra
derecha el Huerto del Diablo Sur y la Peña del Ranchón nos están esperando.
Con otro
pequeño esfuerzo alcanzamos la cima 2105 m.
Por la
vertiente que subimos, la leonesa, el terreno es acogedor, pero la vertiente
asturiana se muestra más agresiva, mostrándonos unos valles preciosos. Al fondo
el pico Siegalavá nos llama la atención…
Descendimos
al collado de los Huertos y otra vez para arriba, la verdad es que nunca se
pierde demasiada altura, pero se va sumando, en media hora estábamos en el
Huerto del Diablo Sur 2183 m. que marca este montón de piedras.
En el
descenso del Diablo Sur paramos a comer y a repasar las cumbres que nos
quedaban, a mí las piernas me decían que eran muchas, pero a Dani le parecían pocas,
como siempre. Después hicimos cumbre en la Peña del Arca 2081 m. la cumbre no
tiene nada especial, la foto está hecha desde el Ranchón.
Los
Huertos del Diablo desde el Ranchón, al fondo del collado, la Antecima en la que
pastaban las cabras.
La cumbre
de la Peña del Ranchón 2162 m. con el pico Colines, el Prau del Fontán y los Fontanes.
Aquí se
terminó mi ruta. Dani se fue a visitar el Pico Pachón, La Peña Cigacha y el Pico La Mojonera. Yo
me quedé contemplando el valle y el Cueto Pachón.
Tuve
tiempo de contemplar el empeño de esta lagartija por comerse una mosca, le echó
paciencia, me imagino que aquí la prisa no tiene sentido, pero la mosca fue más
rápida y la merienda se voló.
Me di
cuenta que el buzón de cumbre es en realidad un anuncio publicitario…
Se
anuncia el señor Honorio,
del Club
Alpino Lugones.
Que además
de montañero,
Es soldador
de … buzones
Nos
juntamos de nuevo en el collado entre el Ranchón y Peña del Arca y a media
ladera volvimos atravesando la Vega de los Pozos en dirección al collado de
Melluque, desde donde descendimos al collado de Socellares para seguir rodeando
el Robellosas.
Una vez
en la arista por la que empezamos la ruta nos topamos de lleno con la mina a
cielo abierto, es un auténtico desastre ver cómo trata el capital a la
naturaleza…
Intentando
quedarnos sólo con lo bueno descendimos de nuevo al puerto de Ventana…
No hay comentarios:
Publicar un comentario