De nuevo volvemos a Riaño, esta vez con la intención de hacer
cumbre en el Yordas, que visto desde el pueblo está precioso, tiene un nevadón
impresionante.
Empezamos nuestra ruta en la villa de Liegos, a orillas del
Esla, poco antes de convertirse en el pantano de Riaño, abandonamos la
localidad en dirección sur por la pista que recorre el valle de San Pelayo.
Superada la primera cuesta y con buena vista del Yordas
hacemos la foto del grupo.
Hay mucha nieve, pero el primer tramo tenemos una buena
huella que han hecho los caballos en su bajada al pueblo.
Cuando se acaba, los que tenemos nos ponemos las raquetas,
para los demás empieza el sufrimiento.
El valle de San Pelayo está para comérselo, a cada paso hay
un rincón mágico.
Cada vez había más nieve y el grupo se iba fraccionando, el
cansancio pasaba factura.
Estuve un buen rato siguiendo las huellas de este elemento
de uñas largas.
Un poco más adelante encontramos estos saltos de un ciervo
en los que hundía las pezuñas un metro y aplanaba la nieve con la panza.
Un poco más adelante encontramos el desenlace, un macho de
tres años no fue capaz de huir entre la nieve y lo pago bien caro. La
naturaleza tiene sus reglas y hay que aceptarlas.
Las condiciones de vida cuando nieva tanto son muy extremas
para los animales.
También lo fueron para nuestro
grupo, los que no tenían raquetas, estaban peor adaptados, y cada paso les
costaba como cuatro a los demás.
El monte de Tendeña estaba muy
luminoso con ese manto de nieve y sin hojas en las hayas.
En muchos tramos la pista maderera
que lo atraviesa pasaba desapercibida, el gps era el que la marcaba.
Los que aún se mantenían en el
grupo progresaban muy lentamente, la nieve en el bosque estaba más blanda que
fuera y había demasiada.
Bordeando las paredes para acceder
al collado Bahulloso nos encontramos con toda la nieve que habían purgado las
paredes.
Luego tuvimos que atravesar este
bosque encantado, en el que progresar nos costó mucho.
Está formado en su mayoría por
hayas jóvenes, a las que la nieve tapa gran parte de su tronco, haciendo un
amasijo de ramas difícil de sortear.
A la salida del bosque el grupo se
volvió a dividir, aun no habíamos llegado al punto intermedio y la mayoría
decidió volver por el camino más corto.
El resto alcanzamos el collado
Bahulloso convencidos de nuestro objetivo.
La majada de Bahulloso estaba
preciosa, con sus olas rompiendo.
Decidimos pararnos a comer contemplando
a lo lejos a los rebecos.
Aquí nos juntamos con Susi y
Pedro, montañeros asturianos que tenían nuestro mismo objetivo.
Y juntos alcanzamos la arista que
nos deja en la subida al Yordas.
Teníamos la cumbre a tiro de
escopeta, y estábamos bien preparados para afrontar la subida, pero el reloj
marcaba la hora de volver y todos juntos decidimos que mejor la seguridad.
Así que la foto de cumbre nos
quedó un poco desplazada, pero guapa.
Fuimos rodeando al Yordas con esta
vista fantástica de Riaño, sin quitar la mirada de la rimaya que tenemos que
cruzar.
La verdad es que si no piensas en
la caída, no da ninguna impresión.
Luego nos encaminamos hacia la
majada del Yordas.
En la subida al collado también se
desbordaba la nieve.
La ladera norte esta de película,
con una duna en el centro. Y si pasamos por ella…
Ya éramos todos un grupo, con uno
que lo dijera valía.
Desde el bosque contemplamos el
valle de San Pelayo al contraluz.
Volviendo a Liegos por la pista, era imposible no volverse de vez en cuando a mirarle.
Cuando llegamos a Liegos eran ya
las siete de la tarde pasadas, hacía bastante frío y aunque nos daba pena no
haber hecho cumbre, nos alegramos de estar todos juntos tomando una cerveza.
Qué bueno, Goyo!!! A ver si tenemos ocasión de unirnos con vosotros!!
ResponderEliminarQué bueno, Goyo!!! A ver si tenemos ocasión de unirnos con vosotros!!
ResponderEliminarCada día que pasa estará más cerca, lo importante es soñarlo y algún día será
EliminarFantástico reportaje y preciosas fotos.
ResponderEliminarMenos mal que os encontramos y pudimos unirnos a vosotros porque sino hubiéramos vuelto por donde fuimos y se nos habría echado la noche encima.
La verdad es que la gran cantidad de nieve que había hizo que todo fuera más duro y largo pero al final mereció la pena.
Dales un fuerte abrazo a todo el grupo de parte de Susi y mía. Ha sido un placer poder compartir el camino con vosotros espero que nos encontremos pronto en alguna otra ascensión.
Un fuerte abrazo amigo y felicidades por este gran blog.
En la montaña todo me parece fantástico, pero lo que más sobre todas las cosas, son las personas con las que te encuentras y compartes tus sueños, compartir que estábamos convocados por el Yordas fué genial.
ResponderEliminarNo se si llegaste a ver las fotos en la web, pues si no estás acostumbrado al formato puede ser lioso, te copio el enlace en el que están mis fotos, encontrarás más fotos vuestras y en mejor calidad que en el bolg
http://www.gmsalleva.com/?p=25448
Un fuerte abrazo Pedro.