Cardaño de Arriba está situado a 1420 m. es el segundo
pueblo más alto de Palencia y el sitio ideal para acometer la subida al Pico
Murcia, por su proximidad.
Al poco de salir de Cardaño cruzamos el arroyo de Valcabe
por cuyo valle nos aproximaremos a nuestro objetivo.
Al cruzar el arroyo de Hontanillas nos reflejamos en la
nieve fundida por el excesivo calor que está haciendo, es una pena que encima
sea poca para saciar la sed de los embalses.
A medida que avanzamos por el valle, la pirámide del Pico
Murcia se nos va haciendo más grande.
Este año la nieve está muy arriba y es poca, pero aun así,
la cuenca superior del Valcabe está preciosa.
En el punto donde la ruta normal gira a la izquierda,
nosotros nos desviamos a la derecha para hacer esta nueva incursión al Murcia
por otro itinerario.
Subimos por el collado de Peñas Caburdas, este valle está
protegido y tiene bastante nieve.
Cerca del collado progresamos por esta arista de pizarras
limpia de nieve, pero que resbala parecido.
Desde el collado la vista de la arista y la cumbre nos llama
y hace que se nos olvide el cansancio.
Aquí la nieve es más escasa, pero es la cara Norte y está
muy dura, hay que ponerse los crampones para poder seguir, detrás dejamos esta impresionante vista de los Picos de Europa.
Las fotos suavizan mucho la subida, pero se hace dura.
Según ganamos altura, el cordal hasta Peña Prieta se hace presente,
cuantos recuerdos de este invierno, cuanto frío recordado hoy con este día
maravilloso.
Que suerte de día hemos tenido, el poco aire no podía frenar
los rayos del sol, que arrancaban brillos en el hielo y alegría en nuestros
cuerpo.
Remontar toda la cara Norte y presentarse en la arista es
mejor que haber hecho cumbre.
Todavía nos queda el placer de recorrerla con la sensación
de que volamos sobre el paraíso.
Con el Espigüete siempre ahí, presente, imponente…
Con los Altos de Martín Vaquero y Aguasalio flotando sobre
el inmenso horizonte.
Nuestro grupo derrochando el placer de ser montañeros en un
día tan guapo.
A lo lejos el Curavacas sumándose a la fiesta.
Alcanzando la cima.
Abriéndose camino entre la cumbres para aparecer en nuestro
grupo, como otro brote de esperanza que
nos haga crecer.
A pesar de que éramos muchos en la cumbre, conseguimos salir
nosotros solos en la foto.
Contemplando el Curavacas y las Canchas de Ojeda comenzamos
el descenso.
Camino de La Cerezuela con el Espigüete de referencia.
Luego cogimos la arista hacia el Cerro Sillar y el Alto del
Castillo, pero pronto la abandonamos.
Para descender por la arista que separa el valle de Mazobres
del valle de Arrilla.
Cuando se acaba la arista nos dejamos caer por el valle de
Arrilla.
El camino del fondo del valle nos devuelve de nuevo a
Cardaño a Arriba.
Cerca del pueblo nos encontramos este lavadero construido en
un manantial junto al camino.
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