domingo, 24 de febrero de 2019

Macizo del Amboto

De nuevo en el alto de Urkiola y no es por casualidad, es porque la vez que estuve me robo un trozo de mi corazón, es un lugar con una fuerza telúrica que te arrebata la voluntad y te atrae.
El principio es un verdadero paseo por la pista que rodea el alto de Urkiolaguirre, primero entre abedules y luego entre abetos.

Llegamos a un collado que está justo debajo de la cumbre del Amboto. Ya llevamos un buen rato de paseo, pero aquí es la foto de salida, ahora empieza la ruta, lo otro ha sido calentamiento.


El Hayedo del  Amboto nos acoge con sus luces y sus sombras, con su misterio, con su profunda belleza.

Esquivando piedras y árboles vamos superando el fuerte desnivel que nos separa de la cumbre.

Y en un santiamén nos estamos haciendo la foto de cumbre, parece una ruta relámpago.

Pero hoy todo va al revés, la foto de cumbre es el principio de una ruta a escasa altura pero de un alto nivel, tenemos por delante un cordal impresionante.

Dejamos atrás la cumbre, pero el objetivo es muy largo.

En el encontraremos muchos pasos en los que hay que ser muy prudente, el patio es siempre impresionante. 

El tiempo nos acompañó mucho, terreno seco y con la piedra a una temperatura que da gusto trepar.

Mientras evolucionamos por la arista, el Gorbea nos mira un poco celoso desde la distancia.

Hay muchos tramos tensos, pero otros muchos como la punta Saitezen te permiten relajarte y disfrutar de las vistas.

Después alcanzamos el alto de Elgoin.

Luego nos volvemos a entregar al disfrute de esta arista tan guapa.

Para volver a remontar hasta el alto de Kurutzeta.

Desde este descendimos a la ermita de Santa Barbara,parte del grupo se quedó a comer en las praderas, otros seguimos cordal adelante por la punta Larrano.

El panorama es espectacular en todos los sentidos, te atrae, te intriga, te intimida…

Hay que sortear dos brechas en el cordal que nos queda, la primera este collado suave y la segunda es el Paso del Diablo que nos dijeron que era mejor pasarle por la derecha.

Y aquí en vez de subir de nuevo a la arista que es lo que hay que hacer, decidimos atravesar la ladera para salir por debajo del Paso del Diablo.

La bobada nos costó bastante tiempo y tragar mas saliva de la necesaria para alcanzar nuestro objetivo. El terreno te lleva con una ligera tendencia a bajar y nos encontramos en esta canal herbosa que nos apretó bien.

Una vez superada te encuentra con el paso y es lo que hay, no vale la pena inventar nada, hay que pasarlo.

Los buitres saben que no es un paso fácil y su presencia no ayuda nada.

Una vez cruzado se ve mejor por dónde has pasado.

Luego hay que trepar una chimenea, pero esta ya es muy sencilla.

Desde arriba vemos lo que nos queda para la cumbre, no es mucho, pero dada la hora nos parece un mundo.

La vista hacia atrás es realmente espectacular.  El primero es Larrano Urkulu, detrás a la izquierda el Gainza y a la derecha el Zorrotza.

Desde la arista hacia el Alluitz no se cansa uno de contemplar esta maravilla de cordal.

Desde la cumbre de Alluitz todo lo recorrido desde el Amboto y el vertiginoso cortado en el Paso del Diablo.

Nos habíamos liado demasiado, no paramos a comer, no hubo tiempo para pensar en una foto de cumbre, pero quiero que sirva esta de Blanca sobre el Alluitz para agradecerla lo que la hemos hecho sufrir, aunque se de sobra, que las heridas de la montaña siempre las cura el buen sabor de lo conseguido…

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