Desde el día que subimos el Cornón tenía en mi cabeza el
Penouta, así que volvimos al Puerto de Somiedo para dedicarle la atención que
se merece una piedra tan gorda.
Según nos acercamos el alto de Las Camposas saca pecho y
parece más alto que el Penouta. La silueta entre los dos se me había quedado
grabada y estaba deseando dibujarla con mis botas.
En Vega Campa abandonamos el camino para acercarnos a la
base de Las Camposas y comenzar a subir por esta amplia canal bajo su cara
Este.
A media ladera tenemos una buena vista de las vegas de Penouta, todavía con bastante nieve.
A medida que vamos girando hacia la cara Norte aumenta mucho
la nieve y para nosotros los problemas, la nieve está realmente mal.
El terreno es exigente, pero no excesivamente arriesgado,
así que poco a poco seguimos ganando altura.
Tenemos que alcanzar este pequeño hombro para acometer la
subida a la cima.
Desde el, tenemos una vista preciosa de La Peral en la bajada del puerto por la vertiente asturiana.
Y una buena vista de lo que llevamos subido. En el valle se ve el camino por el que vinimos.
A la cumbre se sube por la cara Norte y este tramo, que sin
nieve o con nieve dura no presenta ningún problema, nos hizo pensar un poco.
Superado ese trozo ya se accede a la cumbre de Las Camposas
sin dificultad.
Desde la cumbre vemos la vega Peñuela con el reguero del
Puerto y las muchas lagunas que crea el deshielo en esta llanura.
Y a nuestra derecha la arista que queremos dibujar se
muestra guapa y desafiante.
Como no nos conocíamos nos fuimos conociendo por tramos,
primero la bajada de Las Camposas.
Después recorrer todo el caos de rocas y evitar las múltiples trampas que la nieve nos tendió entre los dos.
Para por fin alcanzar la arista del Penouta.
Cuanto más de cerca la vemos más nos alegra la poca nieve
que tiene, según está si tiene mucha no habríamos subido.
A pesar de lo espectacular del recorrido, Merche me señala
el mar, ya sé que te gusta, pero esto es mucho más bonito.
La arista es realmente preciosa y muy aconsejable, sin nieve
no presenta apenas dificultad.
Hoy la nieve no dejaba de caerse, constantemente se
desprendían trozos hacia la cara Norte.
Es un recorrido tan bonito que a pesar del desnivel lo subes
sin enterarte, ya se ve la cruz de la cumbre.
Los últimos pasos, con todo el cuidado de no pisar la nieve,
con todo el placer de estar pisando esta arista.
El resto hasta la cumbre ya es un paseo para disfrutar del entorno.
En la cumbre posamos orgullos, hoy no de ser un Grupo, pero sí
de habernos exigido en algunos momentos
tensos para alcanzar el éxito.
Babia es tan inmensa que me pierdo, creo que esta es la zona
del Montihuero y Peña Orniz.
Esto creo que es la zona del Alto de la Cañada.
Y esta es Merche feliz de haber conseguido subir la arista
Este del Penouta, y aunque yo la dije que no, también el alto de Las Camposas.
Una mirada desde arriba al recorrido que nos trajo hasta
aquí, tu y yo sabemos muchas cosas, y haberlo hecho contigo me parece
maravilloso.
La bajada la hicimos por la cara Oeste, en la foto no
engaña, es la subida fácil, pero también la más aburrida, es un cuestarrón.
Según bajamos tenemos de frente el Portiechu y Peña Blanca,
que es una pena no haber subido, pero no estaba la nieve para bromas.
Con mucho esfuerzo por la cantidad de nieve descendimos
hasta la vega de Peñuela.
Nadie puede pararlo, a pesar de la nieve, es primavera.
Nosotros tenemos que marcharnos, pero hay dejamos la pizarra
para el que quiera dibujarlo.
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