He subido a
Les Oulettes de Gaube a ver a Raquel, pero sólo encontré un banco vacio, ya no
estaba su dorada espalda al sol, ni su cálida mirada clavada en la fría pared
del Vignemale. Hay sueños que no pueden ser, pero volví a disfrutar del fiel
beso de piedra que me roba el corazón.
Dejé la
furgo en Pont d´Espagne, como ha cambiado, el aparcamiento de entonces es hoy
la terraza del hotel, y más abajo hay uno inmenso y de pago. Comencé la ruta
por el tramo de la antigua carretera.
Salí súper
contento con las expectativas de mi sueño y sin saber lo que iba a hacer, solo
tenía que disfrutar del agua que se precipita por el valle y del bosque por el
transcurre la primera parte del recorrido.
Entre los claros del bosque ya empiezo a ver parte del circo que me trajo hasta aquí.
Cuando salgo
del bosque me encuentro con el Lac de Gaube, uno de los mayores lagos glaciares
sin intervención humana que se conserva en los Pirineos.
Le bordeo
por la derecha según subo, disfrutando de lo poco llano que hay en todo el recorrido.
Bajo el agua sigue siendo agreste, tiene una profundidad de cuarenta metros.
Nada más
pasarlo cruzo el río de les Oulettes de Gaube y empieza de nuevo el fuerte
desnivel.
Enseguida el
lago parece una piscina colgada en la inmensidad del valle.
Y de frente
se me aparece la gran cascada de Esplumouse ya cerca de los 2000 metros.
El final es
parecido a la cola de caballo de Ordesa, pero con mucha más agua.
Superada la
cascada suaviza un poco el desnivel, pero aun queda lo suyo.
Cada repecho
parece el último, pero queda otro. Ya pronto aparecerá el circo…
Y por fin
llego al rincón tantas veces soñado, Les Oulettes de Gaube.
Como no
estaba Raquel seguí caminando por la senda de la Hourquette d´Ossoue, el
refugio se fue quedando en el fondo como algo secundario.
El glaciar
de Les Oulettes está bastante perjudicado.
El corredor
de Gaube parece pequeño ante tanto gigante, pero sigue teniendo 500 metros.
No os los he
presentado, son por la izquierda, el Petit Vignemale, La Espalda del Chaussenque,
El Chaussenque, Le Piton Carré y el Vignemale. Yo aún albergaba esperanzas de
hacer la arista hasta el Chaussenque.
El glaciar
del Petit Vignemale también se ha cortado y no llega al suelo. Ya no están
los grandes serac que se iban desprendiendo.
A la derecha
del Vignemale se ve la senda que sube al Col des Mulets.
Y todo el
valle de Gaube, por el que sube la ruta hasta el refugio.
Desde la
Hourquette d´Ossoue el refugio de Baysselance. Le acerco con el zoom, ya las
fuerzas empezaban a no sobrar.
Yo sin
pensarlo mucho me puse a remontar la arista del Petit Vignemale, la del
Chaussenque ya estaba descartada, no hay sentido común que lo aconseje con el
cansancio que iba acumulando.
Según
remonto voy encontrándome con viejos conocidos y me hace ilusión, aunque no
quitan cansancio, dan mucha moral.
Desde la
derecha, Los Gabietos, El Taillón, La Mesa de Balcillac, La Brecha de Rolando,
El Casco, La Torre de Marbore, Los Picos de la Cascada, El Pico Marbore y Justo
detrás aparecen el Cilindro de Marbore y el Monte Perdido, a la izquierda y
cerrando el circo de Gabarnie Los Astazus.
Y yo, feliz
de haber llagado hasta aquí.
Una cría de
gorrión alpino me estuvo haciendo compañía en la cumbre.
La arista
del Chausenque la había descartado por cansancio, de no ser así lo habría hecho
por inviable en solitario y sin asegurar. Tiene tela…
El glaciar
d´Ossoue también tiene un aspecto bastante triste.
Descendiendo
pillé esta vista del valle d´Ossoue con el embalse de Barrage d´Ossoue, la ruta por la que subimos al
Vignemale.
Al bajar me
di cuenta que la Hourquette d´Ossoue está Himalayizada… debe ser la moda.
Descendiendo
vi como se desprendían trozos del glaciar de Le Oulettes y caian al valle, la
verdad es que da pena, si no vienen unos inviernos fríos de verdad, en pocos
años no existirá.
Esta
torrentera que recorre todo el valle, es el glaciar que se derrite, puede que
en unos años tampoco baje.
Esperemos al
menos que el Lac de Gaube aguante los veranos.
La ruta es
sencilla, menos la subida al Petit Vignemale que no es difícil, discurre por un
GR, pero tiene 27 kilómetros y 1638 metros de desnivel, una buena paliza, pero
bien recomendable.
Chulisima Goyo ya me hubiera gustado acompañarte, !!pero habrá tiempo!!
ResponderEliminarUn sitio mágico y con buenos recuerdos.
Eliminar