sábado, 5 de junio de 2021

Comaloforno

 Aparque a las seis de la mañana justo debajo de la presa del embalse de Cavallers, el cielo estaba complicado, pero los primeros rayos de sol hacían crecer las esperanzas de que por fin hiciera un día bueno.

Cruce la presa y me puse a remontar un sendero entre los pinos que no da tregua, sube derecho hacia arriba, de hecho cualquiera pensaría que por allí no se sube.

Al poco rato de subir te encuentras con unos bloques de granito que se hacen insalvables, o subes por esta grieta o no subes.

Después de otro buen rato por entre los pinos se sale a la luz, a la luz y a los bloques de granito que tendré que ir resquilando, saltando, sorteando.

El cielo iba mejorando y ya podía contemplar el pico de Comalesbienes y la Punta Alta.

Al fondo, debajo de las nubes aparece el collado del Paso del Oso, que es el acceso a la arista.

En lo que iba sorteando bloques se me echo la niebla encima y me empezó a preocupar mi aventura.

Lo que hacia abajo era una buena oportunidad para sacar fotos chulas.

Hacia arriba era un no tengo ni idea hacia donde voy.

Como de momento si lo tenía claro y no había peligro fui avanzando hasta el collado, que es raro por aquí, pero se sube bien, sin manos…

Una vez superado hay que coger la arista y para arriba, aconsejable seguir los hitos, que hay sitios chungos, sobre todo para bajar.

A mi derecha aparecían algunas lagunillas y sobre todo mucha incertidumbre.

Mirando hacia atrás lo veía mejor, el collado del Paso del Oso, todo el pedregal que acabo de subir y abajo el embalse.

A la izquierda pintaba parecido y por si fuera poco la niebla, los neveros se iban ensanchando.

De pronto se abrió y me dejó ver el horizonte y en el centro del vale el estany Negre con la torrentera que baja hasta el embalse.

Por delante también se despeja y los neveros hacen su aparición, de momento se camina bien por ellos.

Cuando corono la arista me encuentro de frente al Comaloforno. El día que llegué pregunte a tres que bajaban cuanta nieve había y me dijeron que neveros, pero que se podían esquivar. Ahora ya sé que no subieron tan alto.

Justo a mis pies esta el estany Gelat de Comaloforno.

Me vine arriba y me puse a remontar los neveros, sin crampones porque te hundías bastante y si te caes con lo blando que esta no vas muy lejos.

Lo de no ir tan lejos es si lo miras de abajo hacia arriba, si lo miras de arriba hacia abajo ya puedes bajar un poco más.

Algún ratillo se abría una ventana al horizonte, yo disparaba, pero nunca tuve muy claro hacia donde, el de la izquierda es el Besiberri Norte.

Después de mucho subir y penar por esos neveros infernales, la cabeza me llevaba al collado del centro, pero el GPS me decía que por el de la izquierda, le hice caso claro, con el no se discute. En las fotos se aprecia bien la nieve vieja manchada de polvo africano y la blanca y pura de las últimas tormentas.

En el corredor hacia la brecha del Comaloforno había más de medio metro blando sobre la vieja, que con ese desnivel me obligó a construirme casi una escalera para poder subir. Cada pisada la tenía que retacar con nieve dos o tres veces para ganar altura para poder hacer la siguiente pisada. Entre las rocas me encontré esas flores, me vino bien un poco de ternura.

Desde la brecha el estany Gémena Alto y dos de los estanys Gelat y a la izquierda la subida a la cima, son varias tepadillas fáciles de grado II.

Desde arriba el cordal de los Besiberri, el primero es el Sur y en la cima hay por lo menos cuatro, en lo que subía a la brecha me estuvieron animando, aunque no ayudaban mucho…

Una mirada desde la cima al corredor de la brecha, al igual que desde abajo lo aplanan, desde arriba lo pindia un poco de más.

Yo ni pongo ni quito, ahí estoy, feliz con lo que consigo.

Al otro lado ahora si se ven los tres estanys Gelat.

Cuando destrepé a la brecha, se empezaba a meter la niebla y aunque tenía previsto bajar por la otra vertiente y subir el Besiberri Sur que está muy cerca y ya me había hecho lo peor, decidí que lo más prudente era no abusar del tiempo, que no está nada estable.

Así que esta vez sí, me puse los crampones, saque el piolet y me baje el corredor con mucha prudencia y el resto con mucho sufrimiento. Hasta el hito que me marca el comienzo de la arista. Aquí pare a comer y a recoger los hierros.

Descendiendo por la arista ahora se contempla bien todo, me costaría encontrarle la belleza, de no ser por la bestialidad de desniveles que tiene esta zona. Por el granito es Gredos, y si tuviera verde sería Picos.

Pasando la pedrera encuentras algún rincón bonito, que mérito tienen esos pinos en resistir en esas laderas.

En todas partes hay alguien retorcido, pero no tiene futuro. Jajaja.

Una vista casi vertical del comienzo de la ruta.

A la grieta te tienes que meter por ese agujero, y sin mochila, que te quedas atrancado.

Luego ya a disfrutar del bosque y sobre todo de no haberte mojado, en lo que me cambiaba se puso a llover.


3 comentarios:

  1. Los troncos cuando se retuercen siempre lo hacen hacia la izquierda, de ahí viene lo de la concepción negativa de la izquierda frente a la derecha.

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  2. Los troncos cuando se retuercen siempre lo hacen hacia la izquierda, de ahí viene lo de la concepción negativa de la izquierda frente a la derecha.

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  3. Fantastica ascension,el entorno espectacular.Solo esto merece la pena .

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