Hasta Herrera todo hacía pensar que sería un buen día, pero nada más
abandonar la autovía cambió el decorado, el viento se encargaba de poner la
carretera complicada.
En las zonas protegidas estaba limpia y sobre Moarbes de Ojeda las
montañas completaban
mi sueño.
Tienen un nevadón descomunal.
Cuantas nevadas llevará vistas el Pantocrátor de la iglesia de San Juán en Moarves desde el
siglo XII... Unamuno lo llamó,“encendida encarnación”
Ya en Perazancas la nevada era impresionante.
La nieve se resiste a caer de los tejados.
En Cubillo de Ojeda me encuentro un caído de la dura lucha contra el
temporal.
Y casi enfrente la iglesia de San Pedro de Cubillo de Ojeda
presumiendo de lo bien que le sienta el blanco.
La fuente, a pesar de que nadie se acerca a beber, sigue con su
sonoro cometido de verter los chorros al pilón.
En los tejados la nieve aguanta el tipo como puede, se resiste a
caer, se sabe nieve limpia y no quiere ser pisada.
Parece más raro aun, con la ventisca tan fuerte que hacía.
En el cruce de Cervera han marcado bien los carriles, otros días no
está tan claro.
Aparcar en Cervera era casi como que te tocara la lotería, y me
toco, pille a uno que se iba.
El pueblo está para pocas prisas, toda la nieve pisada se convirtió
en nhielo.
Las calles menos importantes se conforman con una huella.
Me dieron ganas de sentarme en la plaza, pero estaba el banco a la
sombra.
Para no quedarme frío seguí caminando.
Mi intención era La Pernía, pero la carretera estaba cortada. A lo
largo de la mañana quedó abierta hasta San Salvador de Cantamuda.
En Camasobres dicen que tienen un nevero de entre cinco o seis
metros, esta fresa subía de refuerzo para seguir intentando abrirlo, cuanto
habrá de Camasobres hasta el alto de Piedrasluengas.
Algunos tramos no dan abasto a limpiarlos.
Las fuertes rachas de viento, lo vuelven a tapar todo y a veces ni
se ve, tienes que parar el coche.
Las máquinas no paran de subir y bajar.
Pero el viento es mucho más constante que ellas y eso que hoy no ha
nevado nada.
La nieve era mucha y estaba impracticable, no saqué ni las raquetas
del coche, paseo por asfalto y vuelta pa casa, pero ha merecido la pena.
El día estaba marcado como de sofá, manta y película. Pero algunos
no podemos saber que ha nevado tanto y quedarnos en casa como si nada. El
próximo fin de semana vuelvo.
Estupendo post, Goyo!!!!
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