martes, 18 de junio de 2019

Piz Boé

Desde muy pequeño jugando a las familias con mis hermanos me llamaron la atención los tiroleses y con el tiempo fui descubriendo que además del sombrero con la pluma tenían unas de las montañas más bonitas que puedas soñar.
Dolomitas es inmenso y para empezar me propuse un reto pequeño, el Piz Boé es el pico que se ve al fondo a la derecha.

Mi llegada al Passo Pordoi fue espectacular, flipaba a colores y al atardecer se lió la primera tormenta, las torres de Sassolungo , que ya estaban preciosas, se pusieron interesantes, había empezado la película y de momento parecía de miedo.


Se pasó la noche lloviendo y a las cuatro y media cuando sonó el despertador seguía lloviendo, me levante y en lo que recogí la cama y desayune dejó de llover, justo comencé a caminar cuando la tormenta se retiraba.

Ya no había que mirar al cielo, ahora lo importante estaba delante y había que disfrutarlo.

Bueno y detrás, que ya se ve bien La Marmolada y el Gran Vernel.

A ratos me parece que estoy en Ordesa, pero no, estas son las montañas rosas y por aquí la batalla que se cuenta es la gran guerra y no estuvo Rolando con su espada.

Mi paso era la brecha, aquí la forcella, pero me llamaron la atención unas agujas en un collado.

Y decidí por mayoría acercarme a verlas y sobre todo a lo que me supuse se vería al otro lado.

Las torres de Sassolungo sin meter miedo, siempre y cuando no pienses en subir.

Hecha la foto de vuelta a mi camino, siempre con un horizonte embelesador.

El Passo Pordoi ya queda muy abajo para darse la vuelta.

Así que tiro para arriba, siempre nos puede la curiosidad de que se verá al otro lado.

Para atrás ya lo sabía, el paisaje se vería con el marco de la brecha.

Para adelante no me lo podía imaginar, aunque no me extraña, aquí el turismo es lo primero.

Sin fijarme demasiado extiendo la mirada hacia mi objetivo.

En una primera mirada parece que el terreno ha perdido la agresividad.

Pero entre lo suave de estas cumbres hay unos barrancos espectaculares.

Como siempre según me voy acercando voy intentando trazar un camino para subir.

Pero ya está hecho, los turistas no lo tienen que ver imposible, algo difícil, pero posible.


Mirado desde la subida, el paisaje ya no parece tan suave y la niebla brota por todas partes a borbotones.

Las torres de Sassolungo parecen un complejo industrial en pleno funcionamiento, cada canal tiene su surtidor de niebla.


Ya sólo me queda una trepadilla, no es que no haya cable, es que me salí de la ruta para quemar un poco.

Y hago cumbre en mi primer objetivo, con un ambiente montañero a tope, las nubes tapan La Marmolada, pero enmarcan el Gran Vernel y le dan la categoría de grandísimo.

Me supongo que os pase como a mí, como va a haber una terraza en un pico de tres mil metros, pues en Dolomitas sí, aquí manda el turismo.

Bueno y las vírgenes, las cruces, las frases del evangelio. El Tirol tiene su cultura.

Me permito tirar un poco de zoom para resaltar la belleza de las cumbres de Sella.

Y la profunda brecha que se abre entre el cordal de los Piz y las cimas de Pordoi.

Una fotico tan contento con toda la cacharrería que tiene la cruz.

Y del refugio para que conste, con estilo algo tirolés y bastante feo.

La niebla se estaba empezando a poner insistente, así que enfilando para abajo.

A desandar esta arista súper equipada, hay que llenar la terraza…

Entre cable y cable la naturaleza se abre camino y nos muestra lo que a ella le gusta.

La cima del fondo es el Sas de Pordoi y tiene su teleférico, por donde sube la mayoría de gente a estos refugios.

Bajando me encontré con este grupo que subía, el resto pagando.

Una mirada al collado de las agujas. Que se pasa bien…

Y a zapatear canal abajo hasta conseguir que el Passo Pordoi se acerque de nuevo.

4 comentarios:

  1. Qué bueno, Goyo!!! Por fin los Dolomitas te reciben como mereces!!! Qué gran aventura y qué gran lugar para perderse!!! Disfruta mucho de uno de los amores de mi vida!!!

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  2. Ahora estoy en el lago Misurina disfrutando de una tormenta espectacular, pero Dolomitas es así, para hacer montaña hay que madrugar.

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  3. Grande Goyo. Disfrutas como un enano!!! Un abrazo

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